Dubai 2010: Roger renunció a jugar por infección al pulmón

domingo, 21 de febrero de 2010

Roger Federer renunció a jugar el torneo de tenis de Dubai por una infección de pulmón y deberá estar al menos dos semanas ausente del circuito profesional, según confirmó hoy en el emirato.
"El martes fue mi último día de práctica. El miércoles ya no pude levantarme", explicó el número uno del mundo. "Fue muy duro. Estaba en forma, saludable y con ganas de jugar".
"Es la primera vez que tengo esto", añadió Federer. "Me lo tomé con calma, lo más relajado posible. Me cuesta un poco respirar y todo se siente un tanto lento (...) Podría ser mejor, podría ser peor".
Los médicos recomendaron al jugador un mínimo de dos semanas sin practicar deporte. El proceso de recuperación, explicó, "puede durar un máximo de seis semanas, pero creo que con el tratamiento adecuado todo debería ir bastante rápido".
Contando con esas perspectivas, Federer confió en volver a las canchas en el torneo de Indian Wells, que comienza el 11 de marzo.
Este es el segundo año consecutivo en que el suizo cancela a último momento su participación en Dubai, después de que en 2009 le impidiera jugar una lesión en la espalda.
Federer es el jugador que más veces ganó en Dubai: entre 2003 y 2007 conquistó siempre el torneo, a excepción de 2006, cuando perdió la final con el español Rafael Nadal. En 2008 se despidió en primera ronda tras una sorpresiva derrota contra el británico Andy Murray.
El suizo tiene además una estrecha relación con el emirato, donde tiene su base de entrenamiento y una casa, lo que hace más "decepcionante" este abandono: "El torneo siempre es especial porque paso mucho tiempo aquí. Conozco mucha gente, restaurantes... me gusta la atmósfera".
La ausencia de Federer se suma a la de otras dos gran atracciones del torneo: el español Rafael Nadal, número tres del mundo, y el argentino Martín del Potro, número cinco.
Sin embargo, en Dubai se verán las caras otros seis "top ten", con el serbio Novak Djokovic, segundo clasificado y campeón el año pasado, como principal favorito.
"Defender un título es algo que nunca hice en mi carrera", explicó hoy Djokovic. "Este año el torneo está aun más fuerte. Sólo espero dar lo mejor".
El número dos del mundo supuso que "Federer debe tener un muy buen motivo para abandonar", pero no se vio más confiado por la baja del suizo: "Aunque no esté será un torneo muy duro".
También parte con buenas sensaciones el propio Murray, al que le bastaría llegar a cuartos para robarle el tercer puesto en el ránking a Nadal. "Ganar torneos es más importante que el ránking", señaló hoy.
La posición que correspondía a Federer en el cuadro por ser primer preclasificado será ocupada por Tommy Robredo, por lo que el español debutará ante el francés Julien Bennetau y no tendrá que enfrentarse a su compatriota Feliciano López, como estaba previsto hasta ahora.
El checo Jan Hernych, de 30 años y 137 en el ranking mundial, cubrirá la renuncia del helvético como perdedor afortunado

Dubai 2010: Roger participara en Dubai. Cuadro

sábado, 20 de febrero de 2010

Roger Federer y el británico Andy Murray intervendrán en el torneo teñístico de Dubai, previsto desde mañana y hasta el 28 de este mes, confirmaron hoy los organizadores. Federer, número uno del mundo, y Murray, cuarto, regresarán al circuito profesional un mes después de disputar entre ambos la final del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada.El helvético, campeón en Melbourne, podría enfrentarse en las semifinales de Dubai a Murray, quien le ganó en su última participación en este certamen (2008).
Antes de este posible reencuentro, la primera raqueta del orbe tendrá net por medio al francés Julien Benneteau en los octavos de final.En caso de victoria, el croata Marin Cilic, semifinalista en el Abierto de Australia, podría ser un rival difícil para Federer en cuartos.Cilic, décimo del orbe, realiza una buena temporada, con una victoria en la lid de Madrás (India), una semifinal en el primer Grand Slam de la campaña y otro triunfo en Zagreb.La segunda semifinal teórica podría oponer al serbio Novak Djokovic, segundo del ranking y campeón defensor, y al ruso Nikolay Davydenko, sexto del escalafón.Aunque el balcánico podría cruzarse antes, en cuartos, con el francés Jo-Wilfried Tsonga, noveno del mundo, una de sus bestias negras y que le eliminó en Melbourne.Cabezas de serie del torneo de Dubai:

1-Roger Federer (SUI).
2-Novak Djokovic (SRB).
3-Andy Murray (GBR).
4-Nikolay Davydenko (RUS).
5-Jo-Wilfried Tsonga (FRA).
6-Marin Cilic (CRO).
7-Mikhail Youzhny (RUS).
8-Gilles Simon (FRA).

Roger Federer es nominado a los premios Laureus

jueves, 11 de febrero de 2010

Usain Bolt, Roger Federer y Serena Williams están entre los nominados para los premios Laureus al deporte mundial 2010, anunció el jueves la academia.

Los premios reconocen logros deportivos del 2009. Los ganadores serán dados a conocer el 10 de marzo en una ceremonia en Abu Dabi.

El ganador del año pasado Bolt y el cuatro veces ganador Federer han sido nominados una vez más, junto al futbolista argentino del Barcelona Lionel Messi, el atleta Kenenisa Bekele, el ganador del Tour de Francia Alberto Contador y el siete veces campeón italiano de MotoGP Valentino Rossi.

Roger Federer ya es tercero en semanas como numero 1

Roger Federer ya es el tercer jugador que más semanas ha estado al frente de la clasificación mundial ATP. Ayer inició la 269, superando ya las 268 de Jimmy Connors. Por delante del suizo, Ivan Lendl, a quien igualará el próximo lunes (270), superándolo seguro a continuación.

Federer va camino de batir las 286 de semanas de Pete Sampras, a quien superará si mantiene el reinado tras la defensa del título en Roland Garros. Salvo un cataclismo, el de Basilea tiene todo a favor para mantenerse arriba. Es entre París y Wimbledon donde expone más puntos, un total de 4.000 de los 11.350 actuales.

Federer quiere ir a Sudamérica en 2012

lunes, 1 de febrero de 2010

Fuente: Espndeportes

Ya se plantea nuevos objetivos y caminos. Y, en ese contexto, el suizo Roger Federer, que viene de obtener en el Abierto de Australia su 16° título de Grand Slam, aseguró que tiene la idea de jugar en Sudamérica en 2012, siempre y cuando la Copa Davis no lo lleve antes a esa región.

En una extensa y abierta entrevista del diario francés L'Equipe, que reflejó el sitio fuebuena.com.ar, el talentoso tenista suizo contó que planea darle una vuelta de timón a su carrera, visitando lugares donde nunca estuvo y jugando torneos y exhibiciones en los que jamás estuvo.

En la nota, Federer repartió elogios para el argentino Juan Martín del Potro, el mejor de América Latina y N° 5 del ránking que el helvético lidera, cuenta lo que lo motiva para seguir en el circuito, las horas de sueño que necesita y cómo mide la importancia de la Copa Davis.

"Para calmar a todos, dije que jugaría hasta los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero es un mínimo que me puse. No creo que termine allí. Me veo jugando después de Londres, pero de una manera diferente. Me gustaría jugar torneos nuevos y hacer algunas exhibiciones en Sudamérica, donde nunca he estado", reconoció.

"Hace un año era el Nº 2 del mundo, estaba por perder la final en Melbourne y la gente me cuestionaba una y otra vez. Y en dos meses del año pasado, llegué a dos grandes objetivos, Roland Garros y Wimbledon. Creo que cambió mi vida, pero nunca me sentí vacío después. Nunca me desperté a la mañana preguntándome: '¿Qué hago ahora?'. Tenemos suerte porque el tenis es un deporte espeso. Están los ránkings, los Grand Slam, los Masters 1000, los enfrentamientos con otros jugadores... A veces me motivo sólo pensando en la historia que tengo con un jugador", dijo.

"El deseo de jugar llega naturalmente. Lo que muchas veces hago es volver a los inicios: ¿por qué elegí el tenis de pequeño? ¿Por qué trabajé en forma tan dura en esos años? ¿Qué me gusta tanto de jugar al tenis? La respuesta llega fácil. Es simple: no creo que haya alguien que ame el tenis como yo", aseguró el hombre de Basilea, de 28 años.

"El récord de las semanas como Nº 1 de Pete Sampras es importante para mí (Roger lleva 268 y Pete llegó a 286). Estar al frente por tanto tiempo cuando sabes quién está detrás tuyo, no es fácil. A propósito, mi objetivo principal para este año es terminarlo como Nº 1 del mundo. Ha sido muy difícil recuperar esa posición", admitió.

"Además, quiero ganar más torneos. El año pasado conseguí cuatro. Fueron torneos grandes, pero tengo que lograr ser mejor. Me faltaron títulos en campeonatos menores. Es cierto que tuve que bajarme de algunos por lesión o porque necesitaba descanso, entonces me enfoqué en los campeonatos grandes, y eso no me gusta. Antes de perderme Tokio, le dije a Seve (Luthi, capitán de la Davis): 'Voy y hago saque y red en el primer y segundo saque'. Pensé que podría ayudarme más adelante", contó.

"Estos días, los jugadores tienen menos debilidades, pero quizá también menos puntos fuertes. Antes sorprendían más, tenían estilos variados. Era difícil dominar en una superficie específica. En estos días, las condiciones de juego se han estandarizado y los jugadores también. Cuando veo jugadores como Davydenko, Del Potro o Djokovic, me pregunto cuál es su mejor tiro...", explicó Federer.

"Murray se construyó en forma inteligente, ganó muchos Masters 1000, tiene mucha experiencia y está listo para un gran salto. Habiendo dicho esto, Del Potro jamás ganó un Masters 1000 pero sí el US Open. Hace un año, jamás podría haberlo predicho. El no estaba usando la fuerza de su saque, distinto a lo que sucede ahora. Ha mejorado tanto...", afirmó el seis veces dueño de Wimbledon.

"Vi a Rafa Nadal jugar en Abu Dhabi y en Doha: no le falta nada. Es cierto que no ha ganado torneos en un tiempo, pero hay que ver quiénes le ganaron: Del Potro, Murray, Davydenko, Djokovic, Soderling... ¡No son malos! Piensa en esto: si hubiera jugado Wimbledon y no hubiera perdido los 2.000 puntos de su triunfo en 2008, ¿dónde estaría ahora? Ha tenido lesiones, por lo cual es normal que le falte confianza, pero para mí, el mejor Rafa todavía está por verse", agregó.

"Siempre espero llegar en forma a los grandes torneos. No podés jugar un Grand Slam con problemas físicos menores. Las mujeres pueden soportar las primeras tres rondas sin curarse, pero los hombres no. Mi estilo de juego ayuda a que dure más. La mayoría de las veces, yo decido cómo se juega el punto, hago correr al otro. Si Rafa se toma 45 minutos para ganar un set, yo puedo tomarme 30", dijo un inteligente Federer.

Y siguió explicando: "Trabajé muy duro cuando era junior para construir una armadura eficiente; ahora trabajo menos, pero más precisamente. Cuando eres joven, no hay precalentamiento. Juegas a la 'PlayStation' y, cuando llaman para el partido, vas. Ahora siempre hago un precalentamiento de diez minutos antes del partido y refuerzo mi espalda casi todos los días porque tuve problemas en el pasado. Siempre creí que mi espalda no era lo suficientemente fuerte", aseguró el papá de mellizas.

"Si no duermo 11 ó 12 horas por día, no está bien, me lastimo. Cuando las mellizas lloran y estoy en un torneo, me pongo los tapones para los oídos y vuelvo a dormir", reconoció, en busca del descanso necesario para un atleta de elite mundial.

También tocó el controvertido tema de sus ausencias repetidas en el equipo de Suiza en la Copa Davis. "La gente tiene que entender que no es posible hacer todo. Si no me hubiera bajado de la Davis, quizá no habría podido ganar Roland Garros el año pasado. ¿La gente prefiere que yo juegue la Copa Davis o que tenga el récord de torneos de Grand Slam? ¿Los suizos no prefieren tenerme como Nº 1? Si juego la Davis y me cuesta el primer puesto del ránking, la gente siempre estará allí para decirme: 'Hum, no eres más el Nº 1'", dijo muy seguro.

"Considero que jugar una ronda de la Davis equivale a quitar un Masters 1000, y no estoy listo para eso. Todavía favorezco mis decisiones individuales. Ya llegará un tiempo en el que eso cambiará. Además, hay que entender que no tenemos un equipo tan abundante como Rafa tiene con España. No es una queja, es un hecho. Nadal no jugó los cuartos y semifinales el año pasado, pero la gente lo vio como la estrella de la final. Y se olvidan de que no estuvo antes", comentó.

Para el final, habló del polémico caso de Tiger Woods. "Tiger es mi amigo y estuve allí para apoyarlo. Es duro para él y su familia ver que los problemas íntimos se mostraban en todos lados. Es instructivo el asunto. Los diarios se vuelven locos, los contratos de publicidad se caen.. Siempre fui consciente de que la imagen que pacientemente construyes durante una carrera entera puede ser arruinada en un minuto. Te da un poco de miedo, pero así son las cosas. Tiger necesita calma y muy pronto volverá a ser el golfista maravilloso que conocemos", remató.

Roger Federer reinventa la historia

Fuente: La Nación.

Rafael Nadal lo hizo el verano pasado. Hace exactamente un año, en Melbourne, terminó con el reinado de Roger Federer. O eso parecía. Tras haberle quitado el N° 1 en 2008, el español extendió su dominio sobre el suizo y le ganó la quinta final consecutiva, tercera en un Grand Slam y sobre superficies diferentes (Roland Garros 2008, Wimbledon 2008 y Australia 2009). Durante la ceremonia, Federer no pudo aguantar el llanto: "¡Por Dios, esto me está matando!". Se alejó del micrófono. El público le dedicó una ovación superior a la de Nadal. El ganador lo abrazó y le ofreció algunas palabras de su discurso: "Acordate, vos sos uno de los mejores de la historia; vos sos un campeón". Pero nada ni nadie podían consolar a Federer esa noche. Su intento de igualar los catorce grandes de Sampras quedaba trunco. Y más allá de la frustración de ese momento, esas lágrimas se conjugaban en futuro imperfecto.

Rápidamente, se instaló la idea de que, quizá, había empezado la curva descendente de su formidable carrera. Nadal ya no era solamente el rey del polvo. En 2008, había festejado en Roland Garros y Wimbledon, la primera vez que un tenista lo lograba desde Björn Borg en 1980. Y en el duelo personal, se imponía casi siempre. Entre Dubai 2006 y Melbourne 2009, habían jugado 15 finales con 12 triunfos del español. Si bien ocho de las doce habían sido sobre canchas lentas, los golpes en el All England y en el Melbourne Park confirmaban ese supuesto cambio de guardia.

Además, Nadal no estaba solo. Lo acompañaba un grupo de jóvenes, talentosos y hambrientos jugadores que querían borrarlo del mapa. Andy Murray lo sacó de Indian Wells en semifinales. Novak Djokovic se encargó de él en Miami, también en semifinales. Ese día, adoramos a Rogelio. En el tercer juego del segundo set, falló un drive fácil y destrozó su raqueta de un solo golpe. ¡Maestro! El 2009 marcaba la declinación del Federer Express. O eso parecía. Salió rápido de Montecarlo por culpa de Wawrinka. Djokovic también lo despachó en Roma. Cero títulos en seis torneos.

Sin embargo, algo ocurrió en el Masters 1000 de Madrid. En una inolvidable semifinal, que duró cuatro horas y dos minutos, Rafa derrotó a Djokovic 3-6, 7-6 y 7-6, 11-9 el último tie-break. Festejó acostado boca arriba, como si hubiera ganado un Grand Slam. Sería el triunfo más caro de su vida. Nunca más volvió a jugar así. Federer aprovechó su cansancio y se impuso en la final con un doble 6-4. Celebró con moderación y respeto. Sabía que su clásico rival estaba exhausto. Cargadísimo de la temporada europea sobre polvo de ladrillo, con éxitos en Barcelona, Montecarlo, Roma y la final de Madrid, Nadal llegó sin resto físico y sin frescura mental a París para buscar su quinta corona consecutiva.

Mientras Roger cumplía con su rutina de meterse en la segunda semana de un grande, Robin Soderling provocó el impacto más importante de la era abierta: ganarle el mismo día tres sets a Rafael Nadal sobre polvo de ladrillo. Y ahí el tiburón olió sangre. Supo que, si estaba destinado a ganar Roland Garros, ese era el momento. Juan Martín del Potro casi lo para en las semifinales, pero la diferencia fue un quiebre en el quinto set. En la final, Soderling aceptó su rol de invitado a la fiesta. A las 17.08 de París del domingo 7 de junio de 2009, Roger Federer terminó su obra y no supo más qué hacer. Finalmente, igualaba el récord de Sampras y completaba su collar de perlas. Sólo su admirado Rod Laver, que le había entregado el trofeo de subcampeón de Australia cuatro meses atrás, podía discutirle el rótulo del mejor de la historia. Pero aún le faltaba recuperar el número uno del mundo.

Dolorido de sus rodillas, gastadas por la intensidad de su juego, Nadal no se presentó a defender su corona en Londres. Andy Roddick jugó una final casi perfecta. Perdió su servicio apenas una vez. Pero fue en el último juego. Con un 16-14 en el quinto set, Federer ganó su sexto Wimbledon, su 15º grande y alcanzó la inmortalidad. Volvía a ser el mejor del ranking y se convertía en el mejor de todos los tiempos. El anuncio del cambio de guardia había resultado ser demasiado prematuro. Sin embargo, el día más importante de su vida estaba por llegar: el 23 de julio de 2009 nacieron Charlene Riva y Myla Rosa, sus hijas gemelas. Flamante padre, buscó su sexto US Open consecutivo, pero, en la final, Del Potro volvió a faltarle al respeto y se trajo el trofeo para la Argentina.

Juan Martín es uno de los pocos que le plantean un juego agresivo en sus duelos. Busca ganarle el punto. No espera su error. Este año, en Australia, Davydenko lo intentó así. Se puso set arriba y con quiebre en el segundo. Federer se enojó. Ganó trece games al hilo y se quedó con el partido en cuatro sets. "Sé que mi juego asusta", había dicho el ruso. "«Susto» es una palabra fea. Pregúntenle a un boxeador si tiene miedo antes de una pelea", le contestó el suizo, ahora más filoso en sus declaraciones. Sabe que sus mensajes afectan a sus rivales. "Hace 150.000 años que un británico no gana un Gran Slam", le tiró públicamente a Andy Murray. En diálogo con la prensa suiza arriesgó un poco más: "Todo depende de mí cuando mi rival no es agresivo". Intimidado, el escocés recién empezó a mostrar su juego en el tercer set. Demasiado tarde. Después de un gran tie-break que ganó 13-11, Roger Federer completó su trabajo en sets corridos.

"Puedo llorar como él, pero no puedo jugar como él", dijo un lacrimógeno Andy en la premiación. Tiene razón. Cuarto título en Down Under, decimosexto Major y octavo año consecutivo con un torneo grande (sólo Borg 74-81 y Sampras 93-00). Si Del Potro no hubiera tenido otros planes para la final de Nueva York, habría ganado un Grand Slam de calendario. No baja de las semifinales desde Roland Garros 2004 (el de Gattone) cuando Guga Kuerten lo superó en tercera ronda. Son 23 consecutivas. De los últimos 19 Grand Slams, llegó a la final en 18. Sólo se perdió la de Australia 2008 (Djokovic-Tsonga). Ganó 16 de las 22 finales contra doce rivales diferentes, desde Phillipoussis hasta Murray, con escalas en los históricos Agassi, Hewitt y Safin; y en los actuales Nadal, Djokovic, González, Roddick, Baghdatis y Soderling. Sólo Rafa (5) y Del Potro (¡grosso!) pudieron torcerle el brazo en partidos decisivos.

Sampras tardó doce años en ganar sus catorce grandes; Federer coleccionó sus dulces dieciséis en apenas seis años y medio. Y a sus 28, puede seguir reescribiendo los libros. Impecable físicamente, admite que la nueva generación de jugadores lo obligó a trabajar para mejorar su juego. Su tenis clásico combina eficacia con estética y eso lo hace más atractivo. Es el único entre los top ten (ranking del 18-1) que pega el revés a una mano. Causa asombro verlo pasar de una situación de defensa a una de ataque con un solo golpe. Mentalmente es más fuerte que cualquier rival, con la excepción de Nadal. Pero al español hoy no le dan las piernas. A Del Potro sí y ya descolgó su póster de la pared. Ojalá Juan Martín sea consistente y llegue a esos enfrentamientos en instancias decisivas.

Mientras tanto, el mejor de la historia sigue dejándonos con la boca abierta y sin adjetivos. Llegó a Australia y organizó una exhibición a beneficio de Haití con un show de imitaciones a cargo de Djokovic. Recaudó más de medio millón de dólares. Jugando un tenis sublime, ganó su primer Grand Slam como padre. Los mismos que hace un año le dijeron que era vulnerable; ahora aseguran que es invencible. Nunca subestimen el corazón de un campeón, amigos. Cada vez más grande, Roger Federer sabe lo que hicieron el verano pasado

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