Cincinnati 2009: Roger vence a Ferrer y avanza a los cuartos de final

El número uno del mundo, Roger Federer, apartó al español David Ferrer de los cuartos de final del Masters 1000 de Cincinnati (Estados Unidos), prueba del circuito de la ATP dotada con 3 millones de dólares en premios, tras ganarle en tres sets, por 3-6, 6-3 y 6-4 en 1 hora y 42 minutos. David Ferrer puso en muchos apuros a Roger Federer e, incluso, tuvo sus opciones de ganar en tercera ronda al suizo, ya que en el tercer set dispuso de una ventaja de 3-1 y saque, pero que acabó desperdiciando y sumando su novena derrota en otros tantos encuentros frente al jugador helvético.

Tras perder su primer servicio y colocarse 0-2 en contra, el tenista de Jávea remontó hasta el 4-3 y logró su segundo break en su tercera oportunidad en el octavo juego para acabar confirmando la ruptura en el siguiente y anotarse el parcial por 6-3. Éste era el segundo set que Ferrer hacía a Federer desde el de Hamburgo en 2007.

El guión se repitió casi con el mismo argumento en la segunda manga, aunque a la inversa y fue Federer el que consiguió el break en el octavo juego para igualar, con indéntico marcador (6-3), el partido pese a que el alicantino seguía haciendo mucho daño sobre el revés del mejor jugador del mundo. La presión que ejercía Ferrer sobre el revés y los errores no forzados, más de los habituales, de su rival se tradujeron en un 3-1 y servicio para el español en el definitivo tercer parcial después de que aprovechara la tercera pelota de break de la que dispuso en el cuarto juego.

Sin embargo, Ferrer perdió su ventaja en el siguiente juego, coincidiendo con la reacción de Federer que, con golpes muy profundos con su derecha y un saque en el que apenas dio opción, igualó a 4 y rompió el saque en el noveno juego con un globo para cerrar el partido con su saque (6-4) y frustrar el sueño del alicantino. Roger Federer se enfrentará mañana en los cuartos de final al vencedor del partido que jugarán hoy en el tercer turno de la pista central el australiano Lleyton Hewitt y el estadounidense Sam Querrey.