Una Entrevista con Roger Federer
lunes, 19 de noviembre de 2007
- ¿Cuáles han sido los peores momentos esta temporada?
- El momento más duro fue la final de Roland Garros. Fue difícil de digerir. Tenía esperanzas de hacerlo muy bien en París porque me había estado preparando mucho. Quizá fue una de las razones por las que tuve que darme de baja de Halle, porque no tenía tiempo para darme explicaciones a mí mismo y prepararme para Wimbledon justo después. Luego también señalaría la derrota contra Volandri en Roma, sobre todo por la forma en la que se produjo. Y también la ruptura con Tony Roche. Todo ello configuró el peor momento de la temporada. Y no fue el mejor momento para llegar preparado a Roland Garros.
- ¿Por qué ha señalado en su calendario del 2008 el torneo de Estoril? ¿Es quizá para preparar aún más Roland Garros?
- Honradamente, no. Una de las razones por la que voy a Estoril es porque ahora disponemos de 'byes' [exentos en primera ronda] en los Master Series. Entonces en vez de jugar seis partido disputamos cinco si se llega a la final, y ya no tenemos que disputarla al mejor de cinco sets. Eso es lo que me ha decidido a jugar un torneo extra sobre tierra batida el próximo año. Quizás el Garros me exige más partidos sobre tierra. Pero también es muy bonito jugar un torneo pequeño. En uno grande enfrentarte contra el 25 del mundo en primera ronda no es nada fácil. La atención es muy grande. En un torneo pequeño puedo disfrutar mucho más porque tienes a la gente muy cerca, son solamente 32 jugadores y la atmósfera es increíble.
- Tras perder la final de Roland Garros este año dijo que tenía que encontrar la clave para ganar a Nadal de una forma cómoda. ¿La ha encontrado ya?
- Me siento cada vez mejor jugando contra Rafa. Al final del año pasado creía que había encontrado la clave para ganarle, pero desafortunadamente no la tenía. Aquí, ante 14.000 espectadores me sentí muy bien jugando contra él. Eso no quiere decir que no me vaya a sorprender nunca más. Todo lo contrario, me sorprende cada día. Es un gran carácter, me gusta, nos conocemos muy bien y nos caemos muy bien, y creo que él piensa lo mismo de mí. Es muy bonito para el tenis esta amistad. Que seamos el número 1 y el número 2 es algo muy grande. Recuerdo siempre la primera vez que jugamos, en Miami, hace dos años. Es un gran luchador, y mucho mejor de lo que él piensa.
- ¿Cuál ha sido el mejor recuerdo de la temporada?
- La final de Wimbledon. Es un día especial, había mucha expectación y batí a uno de los jugadores más duros. Ganarla en cinco sets ante leyendas sentadas en cada esquina de la pista como Borg, McEnroe o Connors hizo de ella un momento muy especial. Estará conmigo durante mucho tiempo.
- Sus seguidores suelen llevar una pancarta que dice "Silencio, genio trabajando". ¿Qué piensa de esto?
- Siempre busco el perfeccionismo lo mejor posible, y por eso me entreno. Y con estos seguidores me siento como si estuviera jugando en casa. Llevan esa pancarta por todos lados. Me siguen durante todo el año alrededor del mundo y siento su apoyo.
- Desde Roma usted viaja sin entrenador, ¿es algo que va a solucionar?
- Voy a pensar en ello durante la siguiente semana e incluso durante las vacaciones. Creo que será una decisión crucial para mí y por eso debo meditarla bien. Necesito a alguien que me haga seguir ganando, no que me ayude a mejorar, a alguien que me haga jugar diez años más, incluso. Me encantaba cómo jugaban Sampras y Agassi, por eso es para mí como un desafío llegar a lo que hicieron ellos. No por ellos, sino por mí mismo. Y para probar incluso que puedo hacerlo bien en tierra.
- La próxima temporada cumplirá 27 años. ¿Es un desafío para usted enfrentarse con jóvenes jugadores que están iniciando su carrera y poderles vencer?
- Para mí es muy interesante haberme enfrentado con jugadores de diferentes generaciones o hacerlo contra las del futuro. He jugado contra Agassi o Sampras, o y lo he hecho después con otros como Safin, Hewitt, Roddick y ahora con Nadal. Y si ahora me tengo que enfrentar con rivales que han nacido en 1991, por ejemplo, me encantaría. Esos son los próximos, ¡es increíble!, diez años más jóvenes que yo, pero me gusta la idea, y que puedan estar esperándome porque Sampras y Agassi, por ejemplo, jugaron hasta muy tarde.
- ¿Como ve el 2008, cuáles son sus objetivos?
- El año se presenta muy interesante. Ser número uno no me afecta para jugar la Copa Davis y seguir ganando torneos del Grand Slam. Mi objetivo es seguir rompiendo récords, y por ello es por lo que juego. En el 2008 tenemos las Olimpiadas, puedo igualar o superar el récord de Sampras [14 títulos del Grand Slam], ganar Roland Garros por primera vez. Es algo apasionante y me anima. Si supero a Sampras el próximo año sería una sorpresa.
- ¿Se puede usted imaginar viajando por el circuito sin la compañía de su novia, Mirka?
- No. Para mí, una de las cosas más importantes es despertarme por la mañana y verla cerca de mi en la cama. Me cuida, hace lo mejor para mí. No es el tipo de novia que te pregunta "¿cuánto tiempo va a durar el entrenamiento?", "¿cuánto vas a estar en el gimnasio?". Ella me dice: "Roger, tienes que ir al gimnasio". Y luego hace que mi vida fuera de la pista sea mucho más sencilla. Puede parecer mala persona diciendo no el 95% de las veces. Eso lo pueden entender algunas personas y otras no, pero ella es especial. Si no, no estaría ya con ella siete años de mi vida.
- A estas alturas de su carrera, ¿todavía puede mejorar?
- Sé que puedo jugar mejor. Hacer un juego más entretenido, pero entonces estaría jugando para el público y algunas veces lo he hecho y he perdido. Puedo realizar algún golpe genial, ir más a la red y el público lo agradece, pero tengo que jugar para ganar, porque si no acabo perdiendo, y eso lo he aprendido desde hace cinco años o seis años cuando comencé en el circuito. Tengo que seguir mejorando, esto es un proceso, es como un boxeador que nunca quiere ser noqueado. Y yo soy positivo para el futuro.
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